Exquisito y suave, pasó por los paladares de los presentes con halagos y aplausos mientras que el artista Lisandro Sabio, que expuso sus cuadros en las paredes del lugar, explicó de qué trata su arte generativo fractal.
Para separar los sabores entre el Pinot Noir y el Rosé de Reinas, el chef Pancho Fernández ofreció, en pequeños frasquitos de conserva, un ceviche de salmón rosado acompañado con trozos de palta, tomates cherry amarillos, medio jalapeño, cilantro, lima y limón. Fue una preparación original del restó ZURE de Cipolletti (Puerto Belgrano y 9 de julio).
Además, en cada mesa se dejó una botella de cada uno de los vinos presentados, para que los periodistas puedan ver y apreciar la calidad con que fueron “vestidas”. Todos los vinos Flor del Prado son envasados en botellas borgoña importadas, etiquetadas y encapsuladas a mano con cápsulas personalizadas y numeradas, también de forma manual; y los corchos, son naturales de 50 mm calidad extra. María Marta Martínez, responsable de la imagen y comunicación de la marca, dio detalles sobre la elección del isologotipo, el slogan de la marca, el diseño de la etiqueta y el contenido del website www.flordelprado.com.ar
Como último entremés, el chef Carlo Puricelli de Le Sud Espacio Gastronómico, ofreció unas empanaditas de cordero con una salsa de mostaza y queso, como antesala para degustar el último vino de la noche: el Malbec. Untuoso, contundente, con aromas que recuerdan a las mermeladas de frutos rojos, fermentado 100% en barrica y con una presentación única de 100 botellas, este vino fue presentado por el enólogo Federico Moerira.
Se trató de una velada cálida, sencilla y muy emotiva, corolario de 5 años de trabajo intenso que dieron vida a estos vinos muy cuidados, complejos, elegantes y, principalmente, fáciles de tomar.
Fuente: Martics Comunicación.-